El campo fue construido originalmente en los años noventa como una superficie sintética multifuncional para korfbal, tenis y hockey, con iluminación desde seis postes de 15 metros. En 2005, se amplió 15 metros hacia un lado para adaptarse a un campo de hockey reglamentario, pero no se añadieron nuevos postes.

En 2020, el parque fue transformado nuevamente en un campo de hockey certificado por FIH Global. El reto era claro: lograr una iluminación de alto nivel sin sobrecargar la infraestructura existente. Mediante distintas aperturas de haz y una planificación precisa, Lumosa proporcionó una solución de iluminación homogénea y potente, digna de un campo de nivel mundial. El trabajo incluyó la retirada de las antiguas luminarias de halogenuros metálicos, el reemplazo de brazos transversales corroídos y la instalación de nuevos proyectores LED de Lumosa.